El tratamiento de las aguas residuales domésticas es un tema complejo que lleva siglos de desarrollo. Si bien, los primeros asentamientos humanos aprendieron a tratar sus desechos para llevar una vida más cómoda, la higiene fue algo que poco a poco se dando a través de los años. Las fosas sépticas son en realidad sistemas diseñados para depurar la contaminación de las aguas domésticas, a través de procesos como la decantación y la sedimentación. Esta separación y transformación fisicoquímica de la contaminación en esas aguas es un proceso que elimina los sólidos y solo deja los líquidos. Ambos posteriormente pueden ser aprovechados para diferentes actividades.

En realidad, las aguas residuales pasan a través de una tubería que separa los sólidos de los líquidos, así, en el fondo quedan los sedimentos y lodos, que después las bacterias se encargan de reducir.

Existen diferentes tipos de fosas sépticas:

  • Fosas sépticas de acumulación. Reciben las aguas residuales, y después se liberan periódicamente.
  • Fosas sépticas de filtro biológico. Utilizan filtros en donde se adhieren los sólidos.
  • Fosas sépticas de oxidación total: Permite depurar el agua residual con un sistema de recirculación de fangos.